En la Residencia Claret Sevilla, estos días han sido una mezcla perfecta de creatividad y placer culinario. Hemos tenido la oportunidad de explorar nuestro lado artístico en un taller de mandalas y también hemos disfrutado de un delicioso desayuno de churros con chocolate. ¡Déjanos contarte más sobre estas fantásticas experiencias!
Septiembre nos recibió con una brisa fresca que llevaba consigo un aire de cambio. En nuestro taller de mandalas, encontramos la calma en medio del viento de la creatividad. Cada uno de nuestros mayores se sumergió en la creación de estos círculos mágicos, con colores que parecían capturar los tonos cambiantes del otoño. Una experiencia terapéutica para el alma.
Lo que hace que los mandalas sean tan especiales es su capacidad para fomentar la concentración, la relajación y la autorreflexión. Con cada trazo, nos conectamos con nuestra propia esencia, y el resultado final fue una impresionante colección de mandalas únicos que reflejaban nuestra diversidad y creatividad.
Como cada principio de mes, decidimos deleitarnos con un desayuno que se siente como un abrazo cálido en forma de comida: churros con chocolate caliente. El chocolate caliente, rico y espeso, se combinó a la perfección con los churros recién hechos. La conversación fluyó tan suavemente como el chocolate mientras disfrutábamos de este momento especial juntos. Fue un recordatorio de cómo las pequeñas cosas pueden alegrar nuestro día y fortalecer nuestros lazos.
Esta semana nos recordó la importancia de encontrar un equilibrio en nuestras vidas. La creatividad nos permite explorar nuestro mundo interior, mientras que los placeres culinarios como los churros con chocolate nos recuerdan que la vida está llena de pequeñas alegrías que debemos saborear. Juntos, estos momentos crearon una semana inolvidable llena de conexión y gratitud.