Una de las mejoras que hicimos en nuestro centro fue incorporar la opinión de nuestros residentes sobre los menús.
Para ello, empezamos a realizar reuniones mensuales. En ellas intervenían una representación de residentes, el responsable de cocina y la dirección del centro.
Nuestros residentes exponen aquellas sugerencias y mejoras que se han detectado durante el transcurso del mes, además de aquel plato que más le ha gustado para volverlo a repetir.
Estas reuniones son muy enriquecedoras tanto para los residentes que se les da la opción de opinar y sugerir, la dirección del centro que toma consciencia de la satisfacción del residente y para el responsable de cocina que recibe feedback directo de la evolución de los menús lo que le da mucha más información para así poder mejorar en aquellos detalles que van surgiendo.
Este mes se ha planteado el problema de “la sopa de tomates” parece que la elaboración no es la correcta o no se hace de la forma tradicional que la hacían nuestros mayores.
Para mejorar este plato, cocina se pone en manos de nuestros residentes. Están dispuestos a aprender cómo se realiza este exquisito plato al gusto de los comensales.
Este viernes, nos cambiamos los delantales y son los residentes quien se pone manos a la obra con unos alumnos muy especiales.
¿Aprenderán a hacer la sopa de tomates?
Gracias a cocina por ayudarnos a que sean más felices