Este caprichoso año no hemos parado de tener contradicciones de todo tipo, pero si algo no tiene pinta de que vaya a cambiar jamás es que: ¡en Sevilla hace mucho calor!
Por lo que, hemos convertido todas las salas en las que pasamos la mayor parte del tiempo en verdaderos espacios de disfrute del verano, donde se respira un poco de ese ambiente mediante la decoración realizada entre profesionales y residentes. No hemos escatimado en nada, pudiendo disfrutar de pulpos, paisajes de playa e incluso la parte más tropical, como son las palmeras y piñas; todo ello, hace sentir el frescor de las tardes de verano y/o la tranquilidad del mar.
Por otro lado, ya vamos empezando a degustar productos típicos del verano como son el gazpacho, la fruta fresca, el pescaíto; ¿y por qué no? una cervecita también, que, además, con las medidas oportunas de higiene y seguridad, ahora podemos tomárnosla en nuestro bar y terraza favoritos.
Además, debido a que no hemos podido realizar nuestras famosas convivencias entre familiares y residentes con sus mascotas, hemos realizado algunas sesiones de terapia con animales con nuestra mascota del centro, el cual es Curro, nuestro agaporni. Decir que lo habitual es ver perros, caballos o gatos en las terapias asistidas con animales, pero, sin embargo, las aves son estupendas para colaborar en las sesiones de terapia. Los objetivos que encontramos en estas sesiones, es la reducción de sus niveles de estrés y ansiedad al compartir un momento agradable con la mascota.
Nos gustaría compartir con vosotros algunas de las fotografías realizadas y recordaros que aquí tod@s continuamos dando el 100% para asegurar el bienestar de nuestros mayores. Gracias por todo, y un saludo con todo el cariño del mundo.