Desde la Residencia de Mayores Claret Sevilla tenemos una gran noticia que contaros y de la que estamos seguro que os vais a alegrar tanto como lo han hecho nuestros mayores, y es que, ¡no es para menos!

¿Os ponemos al día? Pues vamos a ello:

Después de los momentos tan difíciles que nos ha tocado vivir a lo largo de este año y medio como consecuencia de la pandemia del COVID-19, teníamos infinitas ganas de poder decir que… ¡POR FÍN HEMOS VUELTO A SALIR A LA CALLE! Aunque, eso sí, con todas las medidas adoptadas con el fin de garantizar la seguridad y salud de nuestros mayores.

En esta salida, y como no podía ser de otra manera, hemos querido disfrutar de nuestra tierra, de nuestra querida Sevilla, y volver así a contemplar una zona emblemática como es el Parque de María Luisa, más conocido según nos han contado los residentes como “El parque de las palomas”.

Por tanto, el pasado miércoles día 2 de junio, desde bien temprano, y tras coger fuerzas con un buen desayuno, nos desplazamos al Parque de María Luisa, pudiendo observar ya en el trayecto los rostros de alegría y emoción de los residentes, que no creían volver a realizar actividades fuera del centro.

Una vez llegados al parque, lo primero que hicimos fue recorrer sus jardines sin ninguna prisa, disfrutando del aire fresco y de la sensación de libertad que desde hace tanto tiempo no experimentábamos.

Tras un agradable paseo por los jardines, acabamos llegando a la Plaza de España, donde pudieron recordar momentos de su infancia y adultez. Una vez en la plaza, tratamos de buscar el banco de la Comunidad Autónoma en la que nacieron cada uno de ellos, momentos que aprovechamos para tomar unas fotografías que quedarán en el recuerdo.

Tras esta breve pero necesaria salida, pusimos de nuevo rumbo a la residencia donde como siempre, continuamos realizando durante toda la semana las actividades y/o talleres precisos para mantener las capacidades tanto cognitivas como funcionales presentes hasta el momento, tratando de enlentecer el deterioro.

En referencia a estos talleres, destacar que desde el Departamento de Terapia Ocupacional en ocasiones recurrimos a las dinámicas de grupo como método terapéutico, en las cuales, de una manera lúdica, podemos alcanzar diferentes objetivos, entre los que destaca el hecho de aumentar el grado de cohesión entre los usuarios que participan en la dinámica. Por ello, llevamos a cabo una dinámica conocida como “La tela de araña”, ¿Os suena?

Pues bien, en dicha dinámica los usuarios se deben ir pasando de unos a otro un ovillo de lana, eso sí, sin soltar el extremo del ovillo que ellos tienen agarrado. De esta forma, y como su propio nombre indica, simularemos la creación de una tela de araña.

En nuestro caso, hemos utilizado la dinámica para presentarnos, debiendo indicar cada uno de los usuarios lugar de nacimiento, hobbies o aficiones o algún otro dato característico que pudiese resultar interesante al resto de compañeros. Además, hemos querido complicar la actividad un poquito más y así poder trabajar la memoria a corto plazo, es decir, la capacidad de fijación, la cual en muchas ocasiones se ve deteriorada con el proceso del envejecimiento. ¿Cómo creéis que hemos trabajado esta capacidad a través de esta dinámica? Para ello, cada usuario que recibía el ovillo de lana de parte de otro compañero, debía recordar la información que éste previamente había contando, y posteriormente a la hora de desenredar la tela de araña, debía contarnos aquella información que recordase.

A continuación, os dejamos unas fotografías para ver cómo han disfrutado de las actividades realizadas esta semana.