El día 28 de Mayo de 2012, nuestro Centro de Granada acogió a sus primeras residentes, abrió sus puertas y llenos de ilusión comenzamos esta andadura. Ha sido un año donde hemos trabajado mucho, pero hemos aprendido muchísimo más. Nos sentimos orgullosos de poder decir que hemos crecido poco a poco y que no dejaremos de crecer.

Para conmemorar este aniversario hemos pedido a tres de las trabajadoras más veteranas un pequeño recorrido a través de este año.

Aurora, es nuestra coordinadora de auxiliares y nos describe sus primeros días así:

"Mis primeros días en la residencia fueron muy distintos a los de hoy, el edificio era tan grande y nuevo para mí, que siempre me perdía, hasta que empecé a familiarizarme con él recorriéndolo a diario, conociendo el sistema de llamadas, el material... Fueron de gran ayuda nuestros vecinos, los Hermanos Claretianos, el Hermano Juan Palomo y el Padre Rafael nos visitaban con frecuencia y con su charla y compañía nos hacían pasar muy buenos momentos. Por fin llegó el día en que entraron dos de nuestras primeras residentes, Nieves y Elisa, de repente estábamos ya en agosto y aunque teníamos muy poquitos residentes, éstos y los trabajadores formábamos una pequeña familia..."

Rosa es nuestra gobernanta y sus primeras impresiones fueron las siguientes:

"Al principio éramos muy poquitos y parecía que nunca íbamos a ver el centro lleno. Hasta que un día, nos dijeron que teníamos que acoger a unas 100 personas. ¡Madre mía que locura!, trabajamos muchísimas horas, un día detrás de otro, pero nunca estábamos cansados porque teníamos un objetivo que cumplir, se incorporaron nuevos compañeros que junto con los que ya estábamos y los voluntarios que vinieron a ayudarnos esos días, logramos poner todo en orden..."

Joana, nuestra coordinadora de enfermería, nos cuenta su experiencia así:

"Empecé muy ilusionada con la idea de formar parte de este proyecto nuevo, llena de ilusión y esperanza, ya que para mi suponía una experiencia nueva de la que nunca había tenido la oportunidad de participar. Sin duda la residencia ya tiene historia propia, ahora recuerdo los comienzos y me parece increíble que ya seamos una familia con tantos miembros. Cuando llegaron los residentes trasladados de otra residencia viví una experiencia inolvidable, ya que supuso para mí un gran reto personal y profesional, el cual, a día de hoy también ocupa gran parte de mis pensamientos. No sabría expresar lo agradecida que estoy de poder trabajar día a día en este proyecto y formar parte de esta labor de ayuda junto con el resto de profesionales que trabajan aquí. Es un gran placer seguir trabajando aquí con ilusión tanto o más que el primer día..."

Los comienzos fueron duros, hemos vivido momentos difíciles que hemos sabido convertir en oportunidades para demostrar que somos un equipo fuerte, unido y capaz de responder ante la adversidad.

¿Y ahora qué? Pues aun nos queda mucho por hacer, objetivos que cumplir y metas por alcanzar, somos un proyecto muy joven rodeado de personas con mucha experiencia.

Queremos agradecer a todas las personas que han compartido en algún sentido nuestro camino, y deseamos que sigan acompañándonos en este viaje.