Según un estudio exclusivo realizado por la AARP (Asociación Americana de Personas Retiradas) más de cuatro de cada diez mayores de cuarenta años duerme seis horas o menos cada noche. El principal motivo no es la edad, sino un conjunto de malas costumbres adquiridas con los años que desencadenan en la alteración del sueño. De acuerdo con un artículo sobre los problemas del sueño en la senectud, publicado por en la revista American Family Physician, los seniors necesitamos para estar descansados dormir por la noche un mínimo de ocho horas. Sin embargo, cada vez nos cuesta más conciliar esas horas de sueño reparador.
Entre las principales causas de esta alteración, según este estudio, se encuentran: el estrés excesivo, las preocupaciones o la depresión, en un 23% de los casos encabezando la lista, seguidas del trabajo (19%) y los problemas de salud (16%). Los malos hábitos como beber alcohol, cafeína o fumar también pueden influir; así como padecer alguna enfermedad y estar medicado.
Para recuperar el sueño, podemos poner en práctica estas recomendaciones: acostarse y despertarse a la misma hora todos los días; practicar ejercicio físico diariamente pero bastante tiempo antes de que nos vayamos a acostar; cenas ligeras y, al menos, dos horas antes de dormir y, no consumir bebidas que contengan cafeína y alcohol antes del descanso nocturno, ni utilizar el dormitorio para ver la televisión.
Fuente: Mayormente.com