Intentamos desmitificar esas ideas y solventar las dudas que nos plantean, le abrimos las puestas de nuestra casa porque así lo consideran los residentes y el equipo que trabajamos con ellos, para que puedan visualizar cual puede ser la ubicación de su familiar, se les explica que trabajamos todo el equipo para por el fomento de la autonomía de la persona, para que mantengan o mejoren su calidad de vida el mayor tiempo posible.
Orientamos a la familia ya que en la mayoría de los casos, debido al deterioro con el cual llegan los residentes, son ellos los que tienen que tomar la decisión del ingreso de su familiar en el centro, que nunca se lo planteen como una decisión irrevocable y sin marcha atrás, tienen que probarlo que conocernos también nosotros a ellos, y sobre todo formar parte del equipo para que junto con los profesionales determinemos la mejor atención al mayor y en todo momento pueden puede valorar seguir en el centro, o buscar otras alternativas, plantearlo como una decisión para toda la vida y aceptar que su familiar tiene su último destino es angustioso para la familia y para el futuro residente.
En casi todos los casos la familia tiene un sentimiento de abandono, es una idea que hay que desmitificar ya que estos siguen teniendo las mismas obligaciones que tenían, visitarlos mucho, vigilar que trabajemos bien con su familiar, ellos van a estar tranquilos de que las necesidades básicas de alimentación, higiene, toma de medicación etc están cubiertas, van a recibir estimulación física y cognitiva diariamente, se van a relacionar con personas de su edad, en todo momento si hay algún cambio en su estado se les va a comunicar, teniendo esa tranquilidad de que se encuentran bien, el tiempo que puedan disfrutar con ellos tranquilos de un café, de un paseo, de una charla, es calidad de vida para ellos y para la familia.
Una vez que se produce el ingreso en el centro la familia sabe que tiene un equipo de excelentes profesionales a los cuales pueden hacer cualquier consulta que les preocupe o que necesiten, y aunque la adaptación del nuevo residente gracias a todos los profesionales que trabajamos en el centro y a la forma de trabajo suele ir rápida, la de la familia es más lenta y necesita mucho apoyo por parte de todos los departamentos para orientarlos en todas sus dudas.
Aprovecho esta oportunidad para agradecer a todos el cariño recibido en los cuatro años que dura mi trayectoria en Residencia de Mayores Claret Sevilla, fundamentalmente a los residentes, a todos sus familiares, los que en estos momentos están con nosotros y los que han pertenecido a esta gran familia, aunque por distintas circunstancias ya no estén con nosotros y sobre todo a mis compañeros por su profesionalidad y saber hacer.
Muchas gracias a todos