Hidratar cuerpo y alma
Con estas temperaturas altas es muy importante mantener vigilados a nuestros mayores y su hidratación. No olvidéis que el 90% de nuestro cuerpo está compuesto de agua y con estas temperaturas podemos deshidratarnos casi sin darnos cuenta.
No solo tenemos que tener una botellita de agua fresca en mano, sino que nos sirven frutas frescas, refrescos, alimentos ligeros como ensaladas y verduras... Es más fácil estar hidratados si vamos bebiendo poco a poco de esa botellita que tenemos al lado, para nuestros mayores también sucede igual y les será mucho más fácil de recordar que deben beber de esta forma que si no tuvieran la botellita cerca.
Además, es muy importante que la piel esté hidratada, ya sabemos que con el verano sufre más y debe tener especial cuidado. No olvidéis hidrataros con una buena crema por todo el cuerpo.
Pero no solo debemos tener hidratado nuestro cuerpo, sino que el alma y la mente deben unirse a este fin. ¿Cómo lo hacemos? Haciendo ejercicio, despejándonos dando un paseo, viendo una película, leyendo, una charla con los amigos, sentarnos en un banco con un amigo... Existen muchas formas de mantenernos activos. Y si tenéis dudas de cómo pasar el tiempo, no olvidéis preguntarles a vuestros mayores cómo pasaban ellos el tiempo libre que seguro que tienen mil ideas para no aburrirse: un juego, una canción, una historia, una letrilla...
La hidratación en los mayores
Llega el verano y con él debemos recordar algunas pautas para tener una mejor salud y continuar con un envejecimiento activo, aunque también es extrapolable para todas las edades. Y es que durante todo el año, pero más en verano, es muy importante la hidratación. El cuerpo pierde agua y sales minerales mediante el sudor provocado por las altas temperaturas que se viven en estas épocas y, por ello, es imprescindible reponerlos a la mayor brevedad posible.
No hace falta que nos demos un atracón de agua, sino que es más importante beber a menudo y pequeños tragos (para así mejorar) que directamente bebernos dos litros de agua de una vez. Parece complicado, y más aún cuando tenemos a nuestro cargo personas dependientes a las que debemos recordarles la importancia de la hidratación; pero nada más lejos de la realidad.
El verano es una época muy buena para facilitarnos la hidratación, ya que no sólo nos hidratamos a través del agua sino que la rica y fresca fruta, así como la verdura, que tanto nos gusta y disfrutamos durante estas fechas son un aporte de agua, minerales y vitaminas imprescindibles para nuestro organismo. Por ello, es recomendable aumentar el consumo de frutas del tiempo como las sandías, cerezas, paraguayas, brevas, melón... Son decenas los tipos de fruta con los que podemos deleitarnos. Pero no debemos olvidar tener a mano siempre una botella de agua fresca para una hidratación constante.
Asimismo, es muy importante refrescarnos en los días de altas temperaturas. Siempre con precaución, no sea que nos dé un golpe de calor o corte de digestión por darnos un baño tras una comida, por ejemplo. No todos tenemos la posibilidad de disfrutar de los beneficios del agua salada del mar, pero tenemos a nuestra disposición piscinas (municipales o privadas) o si no es así, la propia ducha de nuestra casa. Los días en los que aprieta el calor es beneficioso poder refrescarse de forma extra con las debidas precauciones.
Desde los centros Claret (Claret Granada y Claret Sevilla) estamos muy atentos a las necesidades de todos nuestros residentes, y es que es primordial que su salud esté atendida y puedan tener un envejecimiento activo y feliz en las medidas de lo posible. Por ello, nuestros profesionales de la salud (médicos, enfermeros, fisioterapeutas, trabajadores sociales, voluntarios, etc) están siempre pendientes de ellos y vigilan por su salud.