Limpieza y orden: En el ADN de la residencia - Residencia de Mayores Claret Sevilla
Este es el mes del Departamento de Limpieza en el blog, un lugar apropiado para que nos conozcan un poco más y para detallar qué hacemos y a qué nos dedicamos las mujeres que formamos parte del equipo. Porque todas somos mujeres al servicio de las personas que forman la gran familia de la Residencia de Mayores Claret de Sevilla.
Mi nombre es Tina González y soy la gobernanta de la residencia. Las personas que forman el departamento son Carmen, Fátima, Gema, Inma, Mariam, María de los Ángeles, María José, Reme y Rocío.
Nuestro principal cometido es mantener la residencia limpia y ordenada. Como dirían nuestras madres: “como los chorros del oro”. En ello ponemos todo nuestro empeño porque entendemos que un lugar ordenado, limpio y convenientemente acondicionado es un lugar agradable, un sitio cómodo en el que las personas mayores y sus familiares han de sentirse como en casa, porque esta es su casa.
Y junto con ese principal cometido, también nos encargamos del apoyo en las tareas del comedor y en otra actividad que es de vital importancia para las personas mayores: la lavandería. El lavado, planchado, cuidado y control de la ropa de nuestros residentes. Como es lógico, para ellos y ellas es fundamental tener siempre toda su ropa y enseres en perfecto estado y es nuestra obligación que así sea para ayudar a que su estancia en el centro sea tranquila y placentera. Muchas serían las anécdotas que podríamos contar sobre este tema, pero eso será en otro momento.
Mención especial tiene el cuidado de los enseres de las personas residentes. Tras decidir dejar su hogar y trasladar su residencia al centro de mayores, la persona tiene que realizar una selección de efectos personales que le acompañarán a su nuevo hogar. En la maleta incluirán aquellas pertenencias que tengan más valor para cada uno y que crea que le aportará más utilidad en el centro. En la mayoría de los casos serán enseres de un valor sentimental excepcional: regalos de hijos, nietos, etc; enseres que pertenecieron a sus padres o familiares; en fin, elementos insustituibles porque insustituible es lo que se aprecia y se valora con el corazón. En el Departamento de Limpieza cuidamos los enseres como algo nuestro, en el conocimiento de que forman parte de la vida de la persona mayor, y garantizamos su conservación en perfectas condiciones para uso y disfrute de sus propietarios y propietarias.
También, como ocurre con el resto de departamentos de la residencia, ayudamos a actos o actividades que organiza el centro, entre los que se encuentran el montaje del Belén en las fiestas navideñas, la fiesta en honor de San Antonio María Claret, la Feria de Abril o las actividades para recaudar fondos para algún fin benéfico que realiza la residencia cada año.
Además, en nuestro departamento nos ocupamos y nos preocupamos por el bienestar de las personas que habitan esta casa desde el aspecto humano. Incluso con nuestras limitaciones de tiempo, porque la tarea es importante para mantenerlo todo en buen estado de limpieza y orden, siempre tenemos un minuto para esa sonrisa, para ese abrazo que ayude a hacer un poco más feliz a doña María, don Juan, doña Carmen... a todas y cada una de las personas que pasan esta etapa de su vida en nuestra compañía complementando, de algún modo y en la medida que podemos, el cariño de sus familiares y amigos y ayudando a que su estancia sea más agradable. Porque lo importante, como se ha venido repitiendo a lo largo de este artículo, es su bienestar.
Y por último, en primera persona y como gobernanta del centro, me gustaría que estas pocas líneas hayan servido para poner en valor el esfuerzo y el trabajo de mis compañeras del Departamento de Limpieza facilitando la vida de las personas mayores que aquí residen, que son nuestros clientes y amigos.
Gracias y os esperamos por esta vuestra casa.
Tina González.
Origen de la expresión “Más limpio que una patena”
La patena es el platillo de metal noble en el que se pone la hostia durante la celebración eucarística. Este platillo, que suele ser de oro u otro metal precioso, normalmente dorado, debe estar reluciente y muy limpio. El hecho de que allí se depositen las obleas que después se dan para comulgar hace que se tenga una especial atención a la hora de limpiarlo.
De ahí que cuando queremos referirnos a algo que está especialmente limpio utilicemos la expresión “más limpio que una patena”.