El bilingüismo es, sin duda alguna, una de las mejores maneras de fomentar la inteligencia en los niños, pero además representa un factor de protección en las personas mayores para prevenir la demencia, pues cada vez con mayor frecuencia se está demostrando que los adultos que hablan dos idiomas de forma habitual tienen menos riesgo de sufrir deterioro cognitivo al llegar a la tercera edad y mas posibilidades de afrontarlo con mayor adaptabilidad.
Muchas veces se explicó que el bilingüismo era una interferencia cognitiva, pero no estaban equivocados respecto a la interferencia, pues hay pruebas de que, en un cerebro bilingüe, ambos sistemas lingüísticos están activos incluso cuando solamente se utiliza una lengua, creando situaciones en las que un sistema obstruye al otro. Pero esta interferencia, según las investigaciones actuales, no provoca un perjuicio, como antes se pensaba, sino una ventaja, pues obliga al cerebro a resolver el conflicto interno, dando a la mente un ‘trabajo extra’ que fortalece su maquinaria.
Ya desde la primera infancia, un bebé de cinco meses tiene la capacidad de diferenciar entre dos idiomas si se cría en un hogar en el que cada uno de sus padres habla un idioma diferente. Los niños en edad escolar que son bilingües tienen mayor capacidad que los monolingües para concentrar su atención en estímulos relevantes e ignorar los irrelevantes. Esta capacidad de fijar la atención se mantiene también en la etapa adulta. Así pues, se puede afirmar que en diferentes fases de la vida ser bilingüe ofrece grandes ventajas, pero es en la tercera edad donde el bilingüismo está demostrando los beneficios más importantes.
Pero... ¿Qué aporta exactamente el bilingüismo a nivel interno en las personas mayores?
- Mejora las aptitudes cognitivas
- Aumenta la flexibilidad mental
- Fomenta la capacidad de adaptarse a los cambios
- Hace que se procese la información de forma más eficaz
¿Aún dudáis en aprender otro idioma? ¡¡Nunca es tarde!!